El desarrollo del proyecto Manzana 52 surge de la necesidad de construir 200 viviendas unifamiliares en un lote de 8.152 m2; para dar respuesta al reto de optimización de la ocupación se desarrolló un modelo de vivienda compacta con una huella en primera planta de tan solo 20 m2, con una propuesta de desarrollo progresivo que permite desarrollar dinámicas de autoconstrucción por parte de los habitantes del proyecto.

En Colombia, proyectos como Manzana 52, hacen parte de programas de compra de vivienda amparados económicamente por el estado, por lo cual no deben costar al comprador más de 75 Salarios Mínimos (SMLMV); esta determinante supone un reto para diseñadores y desarrolladores de proyectos, ya que, añade un grado de dificultad importante al momento de plantear un proyecto económicamente sostenible y rentable.